Durante un análisis sobre el comportamiento del sistema bancario en 2016, Raúl Cardenal, presidente de Abansa, consideró urgente tomar medidas para garantizar que el déficit fiscal no provoque una crisis de mayores dimensiones en la estructura económica del país.
Dijo que “para evitar esa situación tenemos que llegar a acuerdos”. Pero, primero, “pensamos que es importante cumplir con los acuerdos que ya existen para alcanzar nuevos acuerdos y, de esa manera, evitar una desmejora en la calificación de riesgo del país y poder asegurar un desfinanciamiento a largo plazo”, consideró.
Por la alta polarización política y la falta de liquidez del Gobierno para saldar la deuda a corto plazo, tanto las agencias Fitch Ratings, Standard and Poor’s (S&P) y Moody’s Investors Service han reducido constantemente la calificación de riesgo soberano de El Salvador. Cardenal alertó que la continua degradación al perfil crediticio ha encarecido y limitado el financiamiento al sector público y al sistema financiero del país.
Esta situación surte efecto en diferentes dimensiones, por ejemplo: “sube el costo de la deuda que tiene que pagar no solo el Gobierno, sino también la empresa privada y el banco que se financia del exterior”, dijo Cardenal.
Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de Abansa, previó que tanto las bajas en la calificación de riesgo soberano, como los aumentos en la tasa de interés de referencia que decrete la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos tendrán un efecto sobre la economía salvadoreña en 2017.
“Al incrementarse el riesgo país, la banca internacional incrementa las tasas de interés a la banca local, y eso se ve reflejado en las tasas para empresas y personas”, explicó.
Disminuyen utilidades en 2016
De acuerdo a las estadísticas de Abansa, a diciembre de 2016 el sistema bancario sufrió una reducción del 10.2 % en sus utilidades totales. Ese año, los bancos reportaron $139.9 millones, $15.9 millones menos que los $155.8 millones registrados en 2015.
Esta pérdida se debe, en parte, por la degradación en el perfil crediticio de El Salvador y la reducción del margen financiero promedio, que pasó de 5.06 %, en 2015; a 4.71 % en 2016.
El margen financiero promedio es la diferencia entre las tasas de los depósitos y la de los préstamos. Este diferencial se considera como el margen de ganancia que perciben los bancos.
La caída en las utilidades también se atribuye al pago de la Contribución Especial para la Seguridad Ciudadana y Convivencia. La directora ejecutiva de Abansa señaló que de los $15.9 millones reducidos en utilidades, $8 millones corresponden al pago de este tributo en 2016.
Desde que entró en vigencia esta normativa, los bancos han entregado al Gobierno salvadoreño $9 millones, $1 millón corresponde a 2015, y $8 millones a 2016.
Resultados del sistema bancario en 2016, según Abansa
Préstamos
Según Abansa, durante 2016, las instituciones bancarias reportaron una cartera de préstamos bruta de $11,389 millones, unos $540.6 millones más que los $10,848.7 millones registrados en 2015. Esto equivalente a un crecimiento del 4.98 % anual.
Patrimonio
En 2016, el patrimonio total de los bancos alcanzó $2,175.5 millones, 2.62 % de crecimiento. Mientras que los activos totalizaron $16,172 millones, $589 millones más que los $15,583 de 2015; un aumento anual de 3.78 %.
Depósitos
La gremial indicó que la cartera de depósitos registró un crecimiento de 2.0 %, debido al aumento de $269.4 millones. Según Abansa, en 2015 este rubro cerró con $10,343.7 millones, mientras que en 2016 fue de $10.613 millones.
$269 Millones
Los depósitos aumentaron en $269 millones, al pasar de $10,343.7 millones en 2015 a $10,613 el pasado año.
3.7 % Crecimiento
Según Abansa, los bancos registraron un total de activos en $16,172.5 millones, 3.7 % más que en 2015.